MUJERES SIN CICLO QUE DANZAN CON LA LUNA por Miranda Gray

Durante la menopausia, cuando dejan de afectarnos los cambios hormonales cíclicos, el ciclo lunar se vuelve más importante e influyente. Las mujeres que siempre hayan tenido ciclos irregulares, o un ciclo con tendencias opuestas a las energías arquetípicas del ciclo lunar (ovulando en la luna nueva), finalmente tienen la oportunidad de vivir alineadas con las energías arquetípicas de la luna. Si bien a medida que se adentran en la fase de la posmenopausia puede que no sean conscientes del tránsito hacia la alineación lunar, si comienzan a vivir conscientemente en sintonía con el ritmo de la luna, sus arquetipos femeninos se vuelven más accesibles y equilibrados y les suscitan sentimientos de plentidud.
Cualquier mujer sin ciclo, incluidas las mujeres posmenopáusicas, las embarazadas, las que sigan un tratamiento anticonceptivo, las que no tengan útero, así como las que presenten ciclos irregulares... puede vivir en armonía con los cuatro arquetipos femeninos danzando el ciclo de la luna. Esto significa vivir sus vidas llevando a cabo actividades que resuenen con el arquetipo de la fase lunar en la que se encuentre la luna.

Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Anciana
Tres días antes y después de la luna nueva
Las energías de la Anciana son más intensas durante la luna nueva, y al cabo de unos días van transformándose en las energías dinámicas de la Doncella. Al igual que una mujer con un ciclo menstrual, descansamos durante la oscuridad de las energías de la Anciana y utilizamos este tiempo para meditar, reflexionar y sentirnos conectadas con la unidad del universo. Nos movemos despacio, tomamos comidas sencillas y dedicamos un tiempo para recibir orientación interna.

Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Doncella
Tres días después de la luna nueva y tres días antes de la luna llena
La luna creciente aparece en el cielo entre un día y medio y tres días y medio después de la luna nueva, dependiendo de la orientación de la Tierra y el Sol, y con ella comienzan a fluir las energías de la Doncella. Al principio se mueven despacio como en el ciclo menstrual y podemos experimentar unos «días de transición» en los que sintamos en nuestro interior tanto las energías de la Anciana como las de la Doncella. Con la luz iluminando el rostro de la luna, comenzamos a estar cada vez más activas en el mundo, haciendo ejercicio, iniciando proyectos y aprendiendo cosas nuevas. Al igual que una mujer en su fase preovulatoria, ¡somos multitareas y retomamos las actividades mundanas con confianza!

Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Madre
Tres días antes y después de la luna llena
Las energías de la Madre son más fuertes durante los días de luna llena, y al cabo de unos días comienzan a cambiar hacia las energías de la Hechicera, cada vez más introspectivas. Al igual que la fase ovulatoria, esta fase nos trae energías de plenitud, resplandor, amor y cuidados. Es tiempo de conectar con otros y ofrecerlos apoyo y afecto, así como de mostrar nuestro amor y nuestro agradecimiento. Nos movemos con gracia sensual, tocando a los demás, plenas y satisfechas. 

Recorrer el ciclo de la luna: la fase de la Hechicera
Tres días después de la luna llena y tres días antes de la luna nueva
La imagen de la luna menguante resuena profundamente en nuestro interior, y es una imagen de magia y oscuridad. Anuncia un tiempo de descanso, espiritualidad, intuición y creatividad inspirada crecientes. Al igual que una mujer premenstrual, tenemos acceso a una sensibilidad sexual, a una mayor quietud interior y al deseo de expresar la espiritualidad y creatividad que fluye en nosotras.

Miranda Gray
El Despertar de la Energía Femenina
Arte:Tamara Adams

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